Mateo 15:27

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

―Sí, Señor —respondió la mujer—, pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.

Referencias Cruzadas

Efesios 3:8

Yo soy el más insignificante de todos los creyentes. Sin embargo, recibí este privilegio inmerecido de predicar a las naciones acerca de las incontables bendiciones que Cristo nos puede dar.

Lucas 16:21

Lázaro hubiera querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas.

Romanos 10:12

No hay diferencia entre judíos y no judíos. El mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a todos los que piden su ayuda.

Romanos 3:29

Dios no solo es Dios de los judíos, también es Dios de los no judíos. Sí, de ellos también,

Lucas 18:13

En cambio, el cobrador de impuestos se había quedado a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo. Él se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”.

Mateo 8:8

El capitán respondió: ―Señor, no merezco que entres en mi casa. Pero basta con que digas una sola palabra y mi siervo quedará sano.

Mateo 5:45

para que sean hijos de su Padre que está en los cielos. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos.

Romanos 3:4

¡De ninguna manera! Dios siempre dice la verdad aunque el hombre sea mentiroso. Así dicen las Escrituras: «Todos saben que siempre dices la verdad, por eso ganas en todo juicio».

Efesios 3:19

En fin, pido que ustedes conozcan ese amor que nuestra mente no alcanza a comprender. Porque así serán llenos de todo lo que Dios tiene y es.

Romanos 3:19

Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley afecta a los que les fue entregada. Así nadie en el mundo dirá que es inocente, y todos serán declarados culpables delante de Dios.

Mateo 15:26

Él le respondió: ―No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.

Mateo 15:28

―¡Mujer, qué grande es tu fe! —contestó Jesús—. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.

Marcos 7:28

―Sí, Señor —respondió la mujer—, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos.