―Fui enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel —contestó Jesús.
Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar que Dios es fiel y así confirmar las promesas hechas a los antepasados.
Pablo y Bernabé les contestaron valientemente: «Era necesario que les anunciáramos la palabra de Dios primero a ustedes. Como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, ahora vamos a dirigirnos a los que no son judíos.
Al ver a tantas personas, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abandonadas, como ovejas sin pastor.
Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: ―Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando.