Él les contestó: ―Vayan y díganle a ese zorro: “Mira, hoy y mañana seguiré echando fuera demonios y sanando a la gente, y al tercer día terminaré lo que debo hacer”.
porque Herodes temía a Juan y lo protegía. Sabía que era un hombre justo y santo. Cuando Herodes oía a Juan, se quedaba muy confundido, pero lo escuchaba con gusto.
El rey Herodes se enteró de esto, pues el nombre de Jesús se había hecho famoso. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado y por eso tiene poder para realizar milagros».