Aconsejada por su madre, le pidió: «Dame en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
Ella salió a preguntarle a su madre: ―¿Qué debo pedir? ―La cabeza de Juan el Bautista —contestó.
que le prometió bajo juramento darle cualquier cosa que pidiera.
El rey se puso triste, pero, como había hecho el juramento frente a sus invitados, ordenó que se le concediera la petición,
Llevaron la cabeza en una bandeja y se la dieron a la muchacha, quien se la entregó a su madre.
En seguida la muchacha se fue corriendo a presentarle al rey su petición: ―Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
y volvió con la cabeza en una bandeja. Se la entregó a la muchacha, y ella se la dio a su madre.