Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Mateo 13:47

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que atrapa peces de toda clase.

Ver Capítulo Copiar

33 Referencias Cruzadas  

El que no permanece en mí es desechado y se seca. Luego, esas ramas se recogen, se arrojan al fuego y se queman.

»Escribe al ángel de la iglesia de Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas dice esto: Conozco todo lo que haces. Pareces estar vivo, pero en realidad para Dios estás muerto.

«Vengan, síganme —les dijo Jesús— y los haré pescadores de personas».

El problema era que algunos falsos hermanos en la fe se habían metido entre nosotros para ver todo lo que hacíamos. Querían quitarnos la libertad que Cristo Jesús nos dio para obligarnos a seguir de nuevo las reglas judías.

Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro. En mis viajes enfrenté peligros de ríos y peligros de bandidos. Enfrenté peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los no judíos, peligros en la ciudad, en el campo y en el mar. También enfrenté peligros de parte de falsos hermanos en la fe.

Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan.

También Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón, estaban sorprendidos. ―No temas; desde ahora serás pescador de personas —le dijo Jesús a Simón.

«Vengan, síganme —les dijo Jesús— y los haré pescadores de personas».

Sin duda, estas divisiones se dan entre ustedes para que así se demuestre quiénes en verdad cuentan con la aprobación de Dios.

Toda rama que en mí no da fruto, la corta. Pero toda rama que da fruto la poda, para que dé más fruto todavía.

»El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder y, lleno de alegría, fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.

Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan y recogen en canastas los peces buenos, y desechan los malos.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios