Una vez que se despidió de toda la gente, entró en la casa. Se acercaron sus discípulos y le pidieron: ―Explícanos la parábola de la mala hierba del campo.
Los que comieron eran unos cuatro mil. Tan pronto como los despidió,
Después de que dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre la comparación que había hecho.
En seguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado, a Betsaida, mientras él despedía a la gente.
Él les respondió: ―A ustedes se les ha permitido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos, no.
Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó a la orilla del lago.
Cuando entró en la casa, se le acercaron los ciegos, y él les preguntó: ―¿Creen que puedo sanarlos? ―Sí, Señor —le respondieron.
Después de despedir a la gente, subió Jesús a la barca y se fue a la región de Magadán.
En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la gente.
No les decía nada sin emplear parábolas. Pero, cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo.
»Escuchen ahora lo que significa la parábola del sembrador:
Pero, mientras todos dormían, llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue.