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Referencias Cruzadas

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Mateo 13:23

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Este sí produce una cosecha hasta el cien, el sesenta y el treinta por uno».

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43 Referencias Cruzadas  

Gracias a Jesucristo, ustedes podrán hacer lo bueno y correcto, para que todos den gloria y alabanza a Dios.

No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes. Y les encargué que vayan y den mucho fruto, un fruto que permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.

»Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto.

Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que dio una cosecha que rindió hasta cien, sesenta y treinta veces más de lo que se había sembrado.

que han recibido. Esta buena noticia se está anunciando en todo el mundo y muchos la están aceptando. Así sucedió también con ustedes desde el día en que escucharon del amor inmerecido de Dios y lo aceptaron como verdad.

Den muestras de verdadero arrepentimiento.

Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela”».

Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.

Más bien, sean cristianos maduros que cada día conocen mejor al Señor y Salvador Jesucristo, y que cada día disfrutan más de su amor inmerecido. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.

Así podrán vivir obedeciendo las enseñanzas del Señor, agradándole en todo. Podrán entonces hacer muchas obras de bondad y crecer en el conocimiento de Dios.

Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —dice el Señor—: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia. Pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron por la fe a los que sí lo habían creído.

Con toda clase de maldad engañará a los que van a ser castigados, pues no quisieron amar la verdad para así ser salvos.

Por lo demás, hermanos en la fe, les rogamos, en el nombre del Señor Jesús, que sigan mejorando su manera de vivir. Así harán lo que agrada a Dios, tal como lo aprendieron de nosotros. De hecho, ya lo están haciendo.

No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, lo digo para que Dios les bendiga más.

Dios, que le da semilla al que siembra, también le dará pan para que coma. Él aumentará los cultivos y hará que ustedes tengan mucho más para dar.

Estos judíos eran más estudiosos que los de Tesalónica. Así que recibieron el mensaje con mucho interés. Todos los días examinaban las Escrituras para ver si era verdad lo que se les anunciaba.

Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía telas muy finas y costosas. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo.

El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.

Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen. Y, como no dejan de creer en ella, producen una buena cosecha.

Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño de ninguna manera entrará en él».

Pero otros son como lo sembrado en buen terreno. Oyen la palabra y la aceptan. Por eso producen una cosecha que rinde el treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno».

El hacha ya está puesta en la base de los árboles. Todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y echado al fuego.

Las personas a veces se comportan como si fueran un terreno. Hay terrenos que reciben la bendición de Dios. Son aquellos que reciben la lluvia que frecuentemente cae sobre ellos y producen una buena cosecha para los que la cultivan. Así es la gente que cree en Cristo y luego madura en la fe.

Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno». Dicho esto, agregó: «El que tenga oídos para oír, que oiga».




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