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Referencias Cruzadas

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Mateo 13:19

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Estas son las semillas sembradas junto al camino.

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36 Referencias Cruzadas  

El campo es el mundo, y la buena semilla representa a los que pertenecen al reino. La mala hierba son los que pertenecen al maligno,

Por eso es necesario que prestemos más atención al mensaje que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo.

Sabemos que el que es hijo de Dios no vive pecando, pues Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el diablo no llega a tocarlo.

Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y sanando toda enfermedad y dolor entre la gente.

No seamos como Caín que pertenecía al diablo y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo hizo? Porque todo lo que hacía era malo y, en cambio, lo que hacía su hermano era bueno.

Además, pensaron que no valía la pena reconocer a Dios. Por eso, él los ha dejado hacer todo lo que su malvada mente los llevara a hacer. Así que, han hecho lo que no debían hacer.

Así serán castigados todos los que no creyeron en la verdad, sino que con gusto hicieron el mal.

Pues el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas. Más bien tiene que ver con dejarse guiar por el Espíritu Santo a una vida de justicia, paz y alegría.

Pero a los que son egoístas, los que rechazan la verdad para seguir la maldad, Dios les dará un gran castigo.

Señalaron un día para reunirse con Pablo, y fueron muchísimos más a la casa donde él estaba prisionero. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y hablándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos de creer en Jesús. En su explicación, Pablo usaba la Ley de Moisés y los libros de los Profetas.

»Escuchen, yo sé que ninguno de ustedes volverá a verme. Pero a todos les he anunciado el mensaje del reino de Dios.

Pero, como se trata de cuestiones de palabras, de nombres y de su propia ley, arréglense entre ustedes. No quiero ser juez de tales cosas.

Cuando oyeron de la resurrección, unos se burlaron; pero otros le dijeron: ―Queremos que usted nos hable en otra ocasión sobre este tema.

―¿Y qué es la verdad? —preguntó Pilato. Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos. ―Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—.

¿Por qué no entienden mi modo de hablar? Porque no pueden aceptar mi palabra.

Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.

Entonces los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.

Algunos son como lo sembrado junto al camino, donde se siembra la palabra. Tan pronto como la oyen, viene Satanás y les quita la palabra sembrada en ellos.

Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente sí; y, cuando digan “no”, que sea no. Cualquier cosa de más proviene del maligno.

Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.

Yo soy el más insignificante de todos los creyentes. Sin embargo, recibí este privilegio inmerecido de predicar a las naciones acerca de las incontables bendiciones que Cristo nos puede dar.

Y, si Satanás echa fuera a Satanás, pelea contra sí mismo. ¿Cómo puede, entonces, continuar su reino?

El que recibió la semilla que cayó en suelo lleno de piedras es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría.




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