Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona. Así lo afirma el mensaje de la buena noticia, el cual yo predico.
Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros. Luego se abrió otro libro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.
Lo que decimos con la lengua puede ser comparado a un fuego. Nuestra lengua podría causar mucho daño. Hay en ella todo un mundo de maldad, y al ser parte de nuestro cuerpo puede hacer daño a todo nuestro ser. La lengua es usada por el infierno como un fuego capaz de destruir la vida entera.