El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia. Así que el reino de la bestia quedó en la oscuridad. La gente se mordía la lengua de dolor causado por las llagas.
Así fue expulsado del cielo el gran dragón, es decir, esa serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. El dragón y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
El dios de este mundo ha impedido que los que no creen entiendan esto. Lo hace para que no entiendan cuán maravilloso es el mensaje de Cristo, quien nos muestra cómo es Dios.
Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Estas son las semillas sembradas junto al camino.