No lleven oro ni plata ni cobre en el cinturón.
Luego Jesús dijo a todos: ―Cuando los envié a ustedes sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso les faltó algo? ―Nada —respondieron.
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, sanen de su enfermedad a los que tienen lepra, echen fuera a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis denlo gratuitamente.
Reunió a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus malignos.