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Referencias Cruzadas

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Mateo 10:5

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a comunidades no judías ni entren en ningún pueblo de los samaritanos.

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27 Referencias Cruzadas  

Pero, como los judíos nada usan en común con los samaritanos, la mujer le respondió: ―¿Cómo se te ocurre pedirme agua, si tú eres judío y yo soy samaritana?

pues quieren impedir que prediquemos a los no judíos para que sean salvos. Pero con eso solo logran acumular más pecado. El castigo de Dios será muy duro sobre ellos.

Se tiró al suelo hasta tocar la tierra con su rostro. Y allí, a los pies de Jesús, le dio las gracias, a pesar de que era samaritano.

Los creyentes judíos que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados. Les sorprendía que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los no judíos.

Entonces los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.

Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder. Y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el último rincón de la tierra.

―¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.

«¿Y este a dónde piensa irse que no podamos encontrarlo? —comentaban entre sí los judíos—. ¿Será que piensa ir a nuestra gente dispersa entre las naciones, para enseñar a los griegos?

por lo que llegó a un pueblo samaritano llamado Sicar. Ese pueblo estaba cerca del terreno que Jacob le había dado a su hijo José.

Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, tuvo compasión de él.

«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;

Y Saulo estaba allí, aprobando la muerte de Esteban. Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, tuvieron que huir a las regiones de Judea y Samaria.

―¿No tenemos razón al decir que eres un samaritano y que estás endemoniado? —respondieron los judíos.

Nuestros antepasados adoraron en este monte. Pero ustedes los judíos dicen que el lugar donde debemos adorar está en Jerusalén.

Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos discípulos. Y los envió de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir.

Mandó a sus siervos que llamaran a los invitados, pero estos se negaron a asistir al banquete.

Reunió a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus malignos.

Jesús reunió a los doce apóstoles. Les dio poder y autoridad para echar fuera a todos los demonios y para sanar enfermedades.

Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo.




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