»No crean que he venido a traer paz a la tierra. No vine a traer paz, sino espada.
La gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban de parte de los judíos y otros, de parte de los apóstoles.
Pero los judíos que no creyeron convencieron a los no judíos de ir en contra de los que habían creído.
En eso salió otro caballo, de color rojo encendido. Al jinete se le permitió quitar la paz de la tierra y hacer que sus habitantes se mataran unos a otros. Y se le entregó una espada muy grande.