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Referencias Cruzadas

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Mateo 1:21

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

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36 Referencias Cruzadas  

»Dios prometió que de los descendientes de David le daría a Israel un Salvador, que es Jesús.

De hecho, en ningún otro hay salvación. No hay bajo el cielo otro nombre dado a las personas mediante el cual podamos ser salvos».

Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

Pero ustedes saben que Jesucristo vino para quitar nuestros pecados. Y él no tiene pecado.

Cuando el niño cumplió ocho días de nacido, María y José fueron a circuncidarlo, y lo llamaron Jesús. Ese fue el nombre que el ángel le había puesto antes de que María quedara embarazada.

Por su poder, Dios lo exaltó como Príncipe y Salvador, para que diera a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.

Quedarás embarazada y tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.

Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos de pecado y tener así un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.

Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.

Pero, si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, viviremos como amigos unos con otros. Además, por medio de la sangre de su Hijo Jesucristo, Dios nos perdonará nuestros pecados.

Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes. Lo envió para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades».

―Eso usted lo sabe, mi señor —respondí. Él me dijo: ―Son los que pasaron por el gran tiempo de sufrimiento. Esta gente ha sido perdonada de sus pecados por medio del derramamiento de la sangre del Cordero.

Por eso puede salvar por completo a los que se acercan a Dios por medio de él. Y puede hacerlo porque vive para siempre, y nunca dejará de hablar a Dios en favor de ellos.

El ángel le dijo: ―No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.

Pero no tuvo relaciones íntimas con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús.

―Ya no creemos solo por lo que tú dijiste —le decían a la mujer—. Ahora lo hemos oído nosotros mismos. Y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo.




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