Al regresar del mercado, no comen nada antes de lavarse. Y siguen otras muchas tradiciones, tales como lavar copas, jarras y bandejas de cobre y las camas).
Solo se trata de reglas externas relacionadas con alimentos, bebidas y muchas ceremonias de purificación. Esas reglas eran válidas solo hasta el tiempo señalado por Dios para cambiarlo todo.
»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Limpian el vaso y el plato por fuera. Sin embargo, por dentro están llenos de robo y les falta dominio propio.
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Pecadores, ¡dejen de hacer el mal! Ustedes los que dicen amar a Dios, pero también aman al mundo, ¡tomen una decisión y dejen el pecado!
Pero, si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, viviremos como amigos unos con otros. Además, por medio de la sangre de su Hijo Jesucristo, Dios nos perdonará nuestros pecados.
Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. ―Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá ustedes!