Cuando ella llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella.
El que vive pecando pertenece al diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir lo que hace el diablo.
Jesús le dijo: ―Por haberme respondido así, puedes irte tranquila; el demonio ha salido de tu hija.
Luego regresó Jesús de la región de Tiro y se dirigió por Sidón al lago de Galilea. Entró en la región de Decápolis.