En ese caso, el tal hijo ya no está obligado a hacer nada por su padre ni por su madre.
Ustedes, en cambio, enseñan que un hijo puede decirle a su padre o a su madre: “Cualquier ayuda que pudiera haberte dado es corbán” (es decir, ofrenda dedicada a Dios).
Así, por la tradición que se transmiten entre ustedes, dejan sin valor la palabra de Dios. Y hacen muchas cosas parecidas.