Después de cruzar el lago, llegaron a tierra en Genesaret y desembarcaron allí.
Un día estaba Jesús a orillas del lago de Genesaret, y la gente lo rodeaba para escuchar el mensaje de Dios. Eran muchos y lo apretujaban.
Al bajar ellos de la barca, la gente en seguida reconoció a Jesús.