Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: ―Vete a tu casa, a los de tu familia, y diles todo lo que el Señor ha hecho por ti y cómo te ha tenido compasión.
―Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y contó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él.