Como en una colina se estaba alimentando una gran cantidad de cerdos,
Como había una gran cantidad de cerdos alimentándose en la colina, le rogaron a Jesús que los dejara entrar en ellos. Así que él les dio permiso.
A cierta distancia de ellos estaba alimentándose una gran cantidad de cerdos.
»No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
Y con insistencia le suplicaba a Jesús que no los echara fuera de aquella región.
los demonios le rogaron a Jesús: ―Mándanos a los cerdos; déjanos entrar en ellos.