Sus parientes se enteraron de esto. Entonces fueron a hacerse cargo de él, porque decían: «Se ha vuelto loco».
Al llegar Pablo a este punto de su defensa, Festo interrumpió. ―¡Estás loco, Pablo! —le gritó—. El mucho estudio te ha hecho perder la cabeza.
Muchos de ellos decían: «Está endemoniado y loco de remate. ¿Para qué hacerle caso?».
En eso llegaron la madre y los hermanos de Jesús. Se quedaron afuera y enviaron a alguien a llamarlo,
Si estamos locos, es porque amamos a Dios; y, si estamos cuerdos, es por ayudarlos a ustedes.