―Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado?
Así pues, piensen en aquel que soportó tanta oposición por parte de los pecadores. Si hacen esto, no se cansarán ni perderán el ánimo.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: ―¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que está prohibido en sábado.
Cuando los maestros de la Ley que eran fariseos vieron con quién comía, les preguntaron a sus discípulos: ―¿Por qué Jesús come con cobradores de impuestos y con pecadores?
«¿Por qué habla este así? ¡Está ofendiendo a Dios! ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?».
Él les contestó: ―¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad?