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Referencias Cruzadas

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Marcos 16:17

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas.

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17 Referencias Cruzadas  

También de los pueblos vecinos llegaba a Jerusalén mucha gente. Llevaban personas enfermas y que sufrían a causa de espíritus malignos, y todas eran sanadas.

En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros. Luego ha puesto los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diferentes lenguas.

A otros les da poder para hacer milagros; a otros, capacidad para comunicar mensajes de Dios. A otros, les da la capacidad para distinguir un espíritu malo de uno bueno. A otros, les da el don de hablar en diferentes lenguas; y a otros, la capacidad de entender lo que se dice en esas lenguas.

De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando fuertes gritos. Un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos.

Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: ―Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre.

Y es que los oían hablar en lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro respondió:

Les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también él las hará. Y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.

Cuando Pablo les puso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.

Pues el que habla en una lengua que nadie más conoce no habla a los demás, sino a Dios. En realidad, nadie entiende lo que dice, pues por medio del Espíritu habla misterios.

No todos tienen el don para sanar enfermos ni hablan en lenguas. No todos pueden interpretar lo que otro dice en lenguas.

Si hablara diferentes idiomas y aun el idioma de los ángeles, pero no tengo amor, soy como un metal o un platillo que hace ruido.

Así continuó durante muchos días. Por fin Pablo se molestó tanto que se volvió y le dijo al espíritu: ―¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella! Y en aquel mismo momento el espíritu la dejó.

―Maestro —dijo Juan—, vimos a un hombre que echaba fuera demonios en tu nombre y se lo impedimos. Ese hombre no es de los nuestros.

Dios, con su poder, le dio un sitio de honor. Y él, habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, nos lo ha dado a nosotros. Esto es lo que ustedes ahora ven y oyen.




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