Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.
Allí lo crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio.
Un letrero tenía escrita la causa de su condena: «El Rey de los judíos».
Que baje ahora de la cruz ese Cristo, el rey de Israel, para que veamos y creamos. También lo insultaban los que estaban crucificados con él.