―¡Crucifícalo! —gritaron.
―¿Y qué voy a hacer con el que ustedes llaman el rey de los judíos? —les preguntó Pilato.
Pilato les preguntó: ―¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? Pero ellos gritaron aún más fuerte: ―¡Crucifícalo!
Aunque no encontraron ninguna causa digna de muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara a ejecutar.
Pero ellos se pusieron a gritar: ―¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!