Muchos testificaban falsamente contra él, pero sus declaraciones se contradecían.
Los jefes de los sacerdotes y el tribunal en pleno buscaban alguna prueba contra Jesús para poder condenarlo a muerte, pero no la encontraban.
Entonces unos decidieron dar este falso testimonio contra él:
y las tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua del bautismo y la sangre de Jesús en la cruz.