Ellos se alegraron al oírlo y prometieron darle dinero. Así que él buscaba el mejor momento para entregarlo.
Pues el amor al dinero provoca toda clase de males. Por desearlo, algunos han dejado de creer en Cristo y solo han tenido muchísimos sufrimientos.
¡Ay de los que siguieron el ejemplo de Caín! Por ganar dinero cometieron el mismo error de Balán y murieron por ser tan rebeldes como Coré.
―¿Cuánto me dan, y yo les entrego a Jesús? —les propuso. Decidieron pagarle treinta monedas de plata.
Uno de los doce, el que se llamaba Judas Iscariote, fue a los jefes de los sacerdotes.
Judas Iscariote, uno de los doce, fue a los jefes de los sacerdotes para entregarles a Jesús.
El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, cuando se acostumbraba sacrificar el cordero de la Pascua, los discípulos le preguntaron a Jesús: ―¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas la Pascua?
Entonces entró Satanás en Judas, uno de los doce, al que llamaban Iscariote.