Como respuesta el hombre citó: ―“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu vida, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Él es el único Dios, el cual nos salvó por medio de nuestro Señor Jesucristo. A él sea la gloria, la grandeza, el poder y la autoridad, antes, ahora y para siempre. Amén.
»El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no merece ser mi seguidor. El que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no merece ser mi seguidor.