Marcos 12:15

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero Jesús, sabiendo que fingían, les respondió: ―¿Por qué me tienden trampas? Tráiganme una moneda romana para verla.

Referencias Cruzadas

Apocalipsis 2:23

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que conoce a fondo la mente y el corazón. A cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus acciones.

Hebreos 4:13

Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

1 Corintios 10:9

Tampoco provoquen el enojo de Cristo, como lo hicieron algunos y murieron mordidos por serpientes.

Hechos 5:9

―¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? —le dijo Pedro—. ¡Mira! Los que enterraron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti.

Juan 21:17

Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?». Así que le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. ―Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.

Lucas 20:23

Pero Jesús, dándose cuenta de sus malas intenciones, respondió:

Marcos 10:2

Algunos fariseos se le acercaron y, para ponerlo a prueba, le preguntaron: ―¿Está permitido que un hombre se divorcie de su esposa?

Mateo 22:18

Conociendo sus malas intenciones, Jesús respondió: ―¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas?

Mateo 20:2

Acordó darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo.

Marcos 12:14

Al llegar, le dijeron: ―Maestro, sabemos que eres un hombre honesto. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias, sino que de verdad enseñas el camino de Dios. ¿Está permitido pagar impuestos al césar o no? ¿Debemos pagar o no?

Marcos 12:16

Le llevaron la moneda, y él les preguntó: ―¿De quién son esta imagen y esta inscripción? ―Del césar —contestaron.

Juan 8:6

Con esta pregunta le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo.