Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”.
Al ver a Jesús que pasaba por ahí, dijo: ―¡Aquí tienen al Cordero de Dios!
Yo lo he visto y por eso testifico que este es el Hijo de Dios».
Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Juan dio testimonio de él y a voz en cuello proclamó: «Este es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”».
Ellos comentaban entre sí: «Lo dice porque no trajimos pan».
El bautismo de Juan, ¿era divino o humano? Respóndanme.
Pero, si decimos: “humano”…». Es que temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan era realmente un profeta.