Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
En realidad, le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito, pero se tragan el camello.
Los discípulos se asombraron aún más y decían entre sí: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?».