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Referencias Cruzadas

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Marcos 10:21

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Jesús lo miró con amor y añadió: ―Una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

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29 Referencias Cruzadas  

Sin embargo, tengo en tu contra que has dejado de amar como al principio.

pero solo una es necesaria. María ha elegido la mejor, y nadie se la quitará.

Si alguien cumple con toda la Ley, menos un solo mandamiento, se considera culpable de desobedecer toda la Ley.

Vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.

Al oír esto, Jesús añadió: ―Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.

Sin embargo, tengo contra ti que soportas a Jezabel, esa mujer que dice ser profetisa. Con su enseñanza engaña a mis servidores. Los obliga a tener relaciones sexuales prohibidas y a comer alimentos sacrificados a los falsos dioses.

Sin embargo, tengo unas cuantas cosas contra ti: que soportas ahí a los que siguen las enseñanzas de Balán. Este aconsejó a Balac que hiciera pecar a los israelitas. Además, que los hiciera comer alimentos sacrificados a los dioses falsos y tener relaciones sexuales prohibidas.

También sintieron compasión de los que estaban en la cárcel. Y, cuando a ustedes les quitaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, seguros de que tenían una riqueza mejor y más permanente.

Vendan sus bienes y den a los pobres. Consigan bolsas que no se rompan y un tesoro en el cielo que no se agote. Allí no hay ladrón que llegue ni polilla que destruya.

Entonces llamó a la gente y a sus discípulos. ―Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.

Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella.

Dirigiéndose a todos, declaró: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga.

Jesús le respondió: ―Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.

Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes. Si los amo tanto, ¿me amarán ustedes menos?

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.

Quien quiera servirme debe seguirme. Donde yo esté, allí también estará mi siervo. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.

Por eso les digo que usen las riquezas de este mundo para ganar amigos, para que, cuando estas se acaben, haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas.

Así mismo serán perseguidos todos los que quieran vivir una vida de obediencia a Cristo Jesús.

Al oír esto, el hombre se desanimó y se fue triste, porque tenía muchas riquezas.




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