Vueltos a casa, los discípulos le preguntaron a Jesús sobre este asunto.
Llegaron a Capernaúm. Cuando ya estaba en casa, Jesús les preguntó: ―¿Qué venían discutiendo por el camino?
Cuando Jesús entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: ―¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
Cuando se quedó solo, los doce y los que estaban alrededor de él le hicieron preguntas sobre las parábolas.
Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
―El que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio contra la primera —respondió—.