―Mira, no se lo digas a nadie. Solo ve y preséntate ante el sacerdote. Lleva por tu sanidad la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.
―Mira, no se lo digas a nadie —le dijo Jesús—. Solo ve, preséntate al sacerdote y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.
Todo eso les sucedió para que nos sirviera de ejemplo. Esto quedó escrito para que nos sirviera de advertencia, pues estamos viviendo los tiempos finales.
De hecho, todo lo que leemos en las Escrituras se escribió para enseñarnos. Lo que en ellas está escrito nos alienta y nos ayuda a seguir confiando en lo que hemos creído.
―No se lo digas a nadie —le ordenó Jesús—. Solo ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu sanidad la ofrenda que ordenó Moisés. Eso les servirá de testimonio.