El gobernador Herodes se enteró de todo lo que estaba sucediendo. Estaba sorprendido porque algunos decían que Juan había resucitado.
―Unos dicen que Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, que uno de los antiguos profetas ha resucitado —respondieron.
En el año quince del reinado de Tiberio César, Poncio Pilato gobernaba la provincia de Judea. Herodes gobernaba en Galilea, y su hermano Felipe en Iturea y Traconite. Lisanias gobernaba en Abilinia.
»Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar.
Juan estaba en la cárcel y, al enterarse de lo que Cristo estaba haciendo, envió a sus discípulos a que le preguntaran:
―Unos dicen que Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, que uno de los profetas —respondieron.
En ese momento se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: ―Sal de aquí y vete a otro lugar, porque Herodes quiere matarte.
Cuando se enteró de que debía ser juzgado por Herodes, se lo mandó a él. En aquellos días Herodes también estaba en Jerusalén.