―Con firmeza les hemos prohibido enseñar en ese nombre. Sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas. Además, se han propuesto echarnos la culpa a nosotros de la muerte de ese hombre.
pues quieren impedir que prediquemos a los no judíos para que sean salvos. Pero con eso solo logran acumular más pecado. El castigo de Dios será muy duro sobre ellos.
Mientras estos se apartaban de Jesús, Pedro, sin saber lo que estaba diciendo, propuso: ―Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Podemos levantar tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.