Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Por eso les digo: No se preocupen por su vida, pensando en qué comerán; ni por su cuerpo, pensando con qué se vestirán.
Luego, Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa, y había allí muchos cobradores de impuestos y otras personas que estaban comiendo con ellos.