Algunos son como lo sembrado junto al camino, donde se siembra la palabra. Tan pronto como la oyen, viene Satanás y les quita la palabra sembrada en ellos.
»Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal pierde su sabor, ¿cómo lo recobrará? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la bote y la pisotee.