Cuando ya se acercaba a las puertas del pueblo, vio que sacaban de allí a un muerto. Era el único hijo de una mujer viuda. La acompañaba un grupo grande de la población.
Por medio de un solo hombre, el pecado entró en el mundo y, por medio del pecado, entró la muerte. Fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.
Había entre la gente una mujer que hacía doce años que sufría de constantes derrames de sangre, sin que nadie pudiera sanarla. Había gastado todo lo que tenía en médicos.