»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió.
En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho. Y, al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aún más.
―Denles ustedes mismos de comer —contestó Jesús. ―¡Eso costaría casi un año de trabajo! —respondieron—. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?