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Referencias Cruzadas

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Lucas 7:37

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Ahora bien, vivía en aquel pueblo una mujer que tenía fama de pecadora. Cuando ella se enteró de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco muy fino lleno de perfume.

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18 Referencias Cruzadas  

No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.

¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería?». ―El primero —contestaron ellos. Jesús les dijo: ―Les aseguro que los cobradores de impuestos y las prostitutas van delante de ustedes en el reino de Dios.

«Si el que es bueno a duras penas se salva, ¿qué será del pecador que no cree en Dios?».

Tengamos en cuenta que la Ley no se ha dado para los justos, sino para los desobedientes y rebeldes. Es para los pecadores y los que no creen en Dios. Se aplica a los que no respetan a Dios ni nuestras creencias. La Ley es para los que matan a sus propios padres. Es para los asesinos,

En cambio, el cobrador de impuestos se había quedado a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo. Él se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”.

Pero los fariseos y los maestros de la Ley, que eran de un mismo grupo, criticaban a los discípulos de Jesús: ―¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y con pecadores?

Sin embargo, Dios demuestra su amor por nosotros, pues, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.

María fue la que ungió con perfume al Señor y le secó los pies con sus cabellos.

Este es el mensaje en el que todos deben confiar y aceptar: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a quienes lo aman y hacen su voluntad.

Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: ―¡Da gloria a Dios! A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.

Al ver esto, todos empezaron a murmurar: «Ha ido a hospedarse con un pecador».

Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”.

Uno de los fariseos invitó a Jesús a comer, así que fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa.




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