Luego, Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa, y había allí muchos cobradores de impuestos y otras personas que estaban comiendo con ellos.
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores”. Pero, la sabiduría demuestra ser buena por sus resultados».