Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.
Nuevamente intentaron arrestarlo, pero él se les escapó de las manos.
Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas. Pero Jesús se escondió y salió del Templo sin que lo vieran.
Al amanecer se produjo un gran alboroto entre los soldados respecto al paradero de Pedro.
Jesús bajó a Capernaúm, un pueblo de Galilea, y el día sábado enseñaba a la gente.