―Si eres el Hijo de Dios —le propuso el diablo—, ordénale a esta piedra que se convierta en pan.
El tentador se le acercó y le propuso: ―Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo».
Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días y, al final, tuvo hambre.
Jesús le respondió: ―En las Escrituras dice: “No solo de pan vive el hombre”.