Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.
Pero ellos no lo reconocieron, pues era como si tuvieran los ojos vendados.
Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas. Pero Jesús se escondió y salió del Templo sin que lo vieran.
Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.
Los habitantes de aquel lugar reconocieron a Jesús y avisaron a la gente de los alrededores. Entonces le llevaron a todos los enfermos,