―¿Qué vienen discutiendo por el camino? —les preguntó. Se detuvieron, cabizbajos;
Al contrario, como les he dicho estas cosas, se han entristecido mucho.
Pero ellos no lo reconocieron, pues era como si tuvieran los ojos vendados.
y uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: ―¿Eres tú el único extranjero en Jerusalén que no se ha enterado de todo lo que ha pasado recientemente?