¿Quién no te respetará, oh Señor? ¿Quién no dará la gloria a tu nombre? Solo tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán. Pues todos han podido ver que eres un Dios justo».
Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: tengan miedo del que, después de dar muerte, tiene poder para echarlos al infierno. Sí, les aseguro que a él deben tenerle miedo.
―Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y dio órdenes a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo.