Así que Pilato le preguntó a Jesús: ―¿Eres tú el rey de los judíos? ―Tú mismo lo dices —respondió.
Recuerda que Dios da vida a todas las cosas y que Cristo Jesús afirmó ante Poncio Pilato que confiaba en Dios. Por eso ahora, delante de Dios y de Cristo, te encargo
―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.
―¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —le preguntaron todos. Y él les dijo: ―Ustedes mismos lo dicen.
―¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó Pilato. ―Tú mismo lo dices —respondió.
―¡Viva el rey de los judíos! —le gritaban, mientras se le acercaban para abofetearlo.
Resulta que había sobre él un letrero que decía: «Este es el Rey de los judíos».
Que baje ahora de la cruz ese Cristo, el rey de Israel, para que veamos y creamos. También lo insultaban los que estaban crucificados con él.
―¡Viva el rey de los judíos! —lo aclamaban.
Mientras tanto, Jesús fue llevado ante el gobernador, y este le preguntó: ―¿Eres tú el rey de los judíos? ―Tú mismo lo dices —respondió Jesús.
Así que Pilato salió a interrogarlos: ―¿De qué delito acusan a este hombre?