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Referencias Cruzadas

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Lucas 22:42

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

«Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo. Pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya».

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21 Referencias Cruzadas  

Yendo un poco más allá, se arrodilló, se inclinó hasta tocar el suelo con su rostro, y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

Por segunda vez se retiró y oró: «Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad».

Decía: «Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».

―¡Vuelve esa espada a su funda! —le ordenó Jesús a Pedro—. ¿Acaso no he de beber el trago amargo que el Padre me da a beber?

―Ustedes no saben lo que están pidiendo —les respondió Jesús—. ¿Pueden acaso beber el trago amargo de la copa que yo voy a beber? ―Sí, podemos.

Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta, solo juzgo según lo que oigo. Y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad. Busco cumplir la voluntad del que me envió.

Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.

―Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra —les dijo Jesús—.

Así que los dejó y se retiró a orar por tercera vez, diciendo lo mismo.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en los cielos.

En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra. Te alabo porque has escondido estas cosas de los sabios e instruidos, y se las has revelado a los que son como niños.

Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.

―Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.

Como no logramos convencerlo, dejamos de insistir. Y dijimos: ―¡Que se haga la voluntad del Señor!




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