Ellos se fueron y encontraron todo tal como les había dicho Jesús. Así que prepararon la Pascua.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.
Fueron y lo encontraron tal como él les había dicho.
Por la fe Abraham obedeció a Dios cuando lo llamó. Por eso, salió para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia. Y salió sin saber a dónde iba.
Su madre dijo a los sirvientes: ―Hagan lo que él les ordene.
―¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús.
Él les mostrará en la planta alta una sala amplia y amueblada. Preparen allí la cena.
Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa.